Estrés en hurones

Los hurones son animales que disfrutan la vida tranquila, sin cambios bruscos y sin excesivas alteraciones en su rutina. No me malinterprete, esto no significa que sean aburridos, sin embargo, si no están acostumbrados a nadar, jugar de forma ruda o convivir con otras mascotas, puede parecerle difícil la adaptación a estas actividades, sobretodo si es mayor de los 3 años. Existen diversas circunstancias que casi cualquier propietario puede llegar a experimentar y quiero describirlas a continuación:

1. Llegada de una nueva mascota: Sí, los hurones pueden ser muy sentimentales y sensibles a compartir el cariño de sus propietarios y más aún si ya son mayores de 3 años. En ocasiones el propietario considera el incluir un nuevo hurón u otra mascota en el círculo familiar y esto no siempre es buena idea. Si el hurón es joven, difícilmente tendrá algún problema, pero si hace varios años que dejó de serlo, hay que comprenderlo. Es el rey de la casa, el dueño de los mimos y caricias, no ha tenido que compartir sus juguetes, su cama ni su amor. Así que es posible que no esté tan contento ni sea partidario de compartir su espacio. Si usted ya decidió comprar otra mascota, es conveniente que juegue primero con su hurón “viejo”, no lo descuide ni deje de consentir, si empieza a notar que baja de peso o tiene diarrea, consulte a su médico veterinario. Ah! Y no todo esta perdido, en muchas ocasiones, la llegada de un ejemplar joven inyecta de alegría y vida a su mascota que talvez estaba aburrida o en espera de nuevas experiencias.


2. Administración de medicamentos: Los hurones son como los bebés, no comprenden que ese jarabe de sabor desagradable o esa pastillita es para mejorar su salud y por otro lado, al igual que cualquier enfermo, si necesita medicamento alguno generalmente se debe a que se encuentra enfermo y por ende, se siente mal e incómodo. Así que en un intento por demostrarle que tal o cual medicina no le gusta peleará intensamente por no tomársela. Existen algunos tips que usted puede llevar a cabo, siempre y cuando su médico veterinario lo autorice: Siempre prefiera los jarabes sobre las pastillas. Si el medicamento lo permite, diluya el fármaco con un poco de croqueta molida o premio de sabor agradable para su mascota; también puede intercalar el medicamento con el premio de su elección, en otras ocasiones puede cambiar de marca de medicamento –mas no de sustancia activa- y de esta forma el sabor puede variar.


3. Sordera: La falta de un órgano de los sentidos puede generar estrés mientras su mascota no sepa cómo convivir con esa carencia y usted no lo comprenda y le ayude a superarlo. Los hurones de cuello blanco pueden llegar a padecer sordera, así que no para sorprenderse si se llega a encontrar en el mercado de las mascotas de compañía un ejemplar que no escuche. Lo primero no es espantarse ni angustiarse, los hurones pueden vivir perfectamente con esta carencia. Una vez que ha hecho diversas pruebas para comprobarlo, debe cambiar algunos hábitos como por ejemplo: Tomarlo de frente, que lo vea antes de sujetarlo, evitar las “sorpresas” y movimientos bruscos. Son ejemplares que tardarán un poco más en tenerle confianza. No se desespere ni espante, con el tiempo se dará cuenta que puede ser tan feliz como cualquier otro huroncito…